Santos trancazos Batman

Empezaré con lo que más me duele.

Estrené mi precioso cochecillo... Resulta que hoy, con toda la intención de ver Babel, enfilé rumbo hacia el Centro Magno. Todo muy bien, pero a la hora de estacionarme, no sé que pasó que de pronto estaba yo estampado en un árbol. Bueno, dicho de esa manera suena mucho más grave de lo que en realidad fue. Mi explicación (la única que encuentro por ahora y que por lo tonta me irrita terriblemente) fue que en vez de pisar el freno al intentar estacionarme, pisé el acelerador. Y lo peor de todo es que recuerdo cómo con cara de sorpresa voltee a ver a Edgar como preguntándole, ¿qué pasó? Me subí en una de las cositas amarillas y le pegué de refilón al árbol. Nada se rompió, pero si se me abolló un poco la salpicadera derecha. Tomé una foto y luego la subiré. Llamé al del seguro, llegó, y me dijo que quien sabe si convendría pasarlo por el seguro. Me dió la orden de servicio pero me dijo que una vez me cotizaran decidiera si me convenía pagar el deducible o la arreglada. Como estaré fuera de la Ciudad hasta el jueves en la mañana, será ese dia que lo lleve. Ya daré nota del desenlace. Demonios, tantos años manejando... ¿será que me estoy volviendo viejo?

Como quiera, eso no impidió que viera Babel. La película me gustó. Y si aunamos a todo esto que entré a verla entre preocupado y molesto por lo que acababa de ocurrir, se me olvidó y pude concentrarme en la película. Yo sí la recomendaría ampliamente.

Había escrito muy mono yo mi post referente al viaje de Vallarta, pero mientras se subían unas fotos no sé que otra cosa hice en otra pestaña del navegador (Firefox) y algo pasó que de pronto me cerró la aplicación completa, perdiendo lo que ya llevaba escrito. Prometo ponerlo de nuevo, pero no hoy. Aún debo preparar la maleta para Chapala y arreglar unos pendientes de la oficina, pues no estoy seguro de tener internet allá.