Entre la madrugada de ayer y hoy celebramos el comienzo de la guerra de independencia de México, hace 200 años. A últimas fechas ha habido una serie de mensajes manifestando por un lado el que debemos festejar ese hecho y otros que plantean todo lo contrario, que no hay nada o muy poco que festejar.
Cada quien podrá tomar su postura en relación a ello. La mia, como muchas cosas en mi vida, es optimista. Yo sí creo que tenemos razones para festejar y lo haré a mi manera: tratando de ser un mejor mexicano. En mi opinión, los humanos tomamos mucha energía desde la felicidad. Cuando nos sentimos contentos por algo tendemos a adquirir una inercia que nos proyecta. Eso es lo que yo quiero hacer.
La vida me ha dado la oportunidad de conocer otras latitudes, otras culturas y otras formas de gobierno. Sé que no hay una sola que sea perfecta y me queda muy claro que hay muchas, pero muchas cosas aun por resolver en México. Algunas de esas cosas no están en mi alcance y aunque no significa hacerme de la vista gorda, creo que si me enfoco a trabajar en aquellas que puedo modificar o mejorar el efecto a la larga será mas signficativo.
Para mi, festejar este grito es reafirmar mi compromiso con este país que me vió nacer. Es hacer que valga la pena que mi decisión de quedarme en él y trabajar aquí y formar aquí mi patrimonio sea congruente. Es darle las gracias trabajando, porque sin el apoyo de este país yo no hubiera estudiado ni una licenciatura ni un posgrado. Es ser responsable, puntual, trabajador, cumplido, honesto y comprometido. Es llevar el nombre de mi país a donde voy y dejarlo ahí junto con una impresión de que se pueden hacer bien las cosas aquí con seriedad y honestidad.
Hoy, reafirmo pues mi orgullo de ser mexicano, y le deseo a esta mi patria un feliz cumpleaños en el que espero muchos otros se unan al festejo ayudándola a cambiar para mejorar.
¡VIVA MEXICO!