martes, mayo 26, 2009

La música

En mi casa siempre se ha escuchado música. Gracias a ello creo que mis gustos en este tema son eclécticos, pero no lo veo como una debilidad, sino como la oportunidad que me doy de escuchar cualquier tipo de composición. Sobra quizá decir que en mi niñez escuchaba fundamentalmente lo que mi padre escuchaba. Y esto incluía la música de las "Grandes Bandas", los boleros, y muy poco de la música vernácula. Recuerdo a Artie Show, a Benny Goodman, Glenn Miller y Frank Sinatra, por mencionar algunos. No creo que se viera muy normal que un niño entre primaria y secundaria conociera las voces de Don Alfonso Ortíz Tirado, del inigualable Pedro Vargas y a Alfredo Kraus. Recuerdo cómo me gustaba la voz de Jorge Negrete, especialmente cuando la lucía en toda su coloratura. No recuerdo mucho los gustos musicales de mi madre, a excepción de una canción que nunca olvidaré que le gustaba mucho a ella: "Juan el Pescador". No se ni quien la cantaba ni quien la compuso, pero ella la tocaba con alguna frecuencia.


Luego, mi abuela materna tenía una colección de discos muy diferentes, "Las jilguerillas", "Macombo y su banda" y otros conjuntos de ese género abundaban en su casa y en las vacaciones que pasaba con ella eso era lo que se escuchaba. Además, cuando me tocó irme a ayudar en labores del campo y estábamos en el establo, los trabajadores escuchaban "Radio Ranchito".


Durante muchos años la música clásica fue mi preferida. Compré muchos CDs (de hecho el primerito que compré para probar un estéreo que ya tocaba esa nueva tecnología fue uno de Mozart).


Tocó luego el turno de la música electrónica, la cual conocí gracias a un buen amigo, Aarón Flores, quien empezó a suministrarme CDs con casi puro Trance. Esto ocurrió cuando estaba yo en la parte más productiva de mi doctorado y descubrí en este tipo de música una "droga" que me hacía aislarme del mundo y podía programar por horas y probar mil cosas. Por supuesto que se convirtió en una adicción y luego busqué otras variantes de la música electrónica, yendo al Psycho, el Dance y más recientemente el House y el Lounge. El Techno se lo debo a Miguel Galán, quien adora a Richie Hawtin y otros DJs de esa rama.


Hubo una época que escuché mucho a "Los tigres del norte", gracias a otro buen amigo, Mario. A él también le gustaban Guns and Roses, y algo de Heavy Metal. Este último género si nunca pude tolerarlo. Me hacía sentir ansioso y me irritaba, asi que quedó en un simple experimento.


Hoy día en mi propia colección de música se observa ese arcoiris musical. Creo que en el fondo me maravilla la riqueza de sentimientos que se pueden despertar con tan solo 7 notas y sus combinaciones.



1 comentario:

Yuumei dijo...

Bendito sea el dios! Vaya que si tienes un arcoiris musical...


Entonces ya no me siento tan raro en el mundo, donde me puede gustar de todo sin caer en estereotipos de la gente que escucha a x o y :o!