Siempre he pensado que en el fondo soy una persona sentimental. Y he tenido diversas oportunidades de validarlo. Esta tarde después de una fantástica conferencia dada por el CEO de NVIDIA, vine a Mountain View, pues quedé de verme con varios de mis amigos para cenar. Aprovechando que llegué casi dos horas antes de lo previsto, aproveché para caminar por Castro St. (que no tiene nada que ver con el Castro St de San Francisco). Eso desató dos sensaciones en mí. La primera de ella fue un atropello en serie de recuerdos... el restaurant donde conocí los noodles, el de los guajes que me hacían doler la panza, la librería que ahora es de otra cadena, el sitio donde está el Lab de Honda Robotics... mil cosas más. Y por supuesto, la segunda circunstancia es una mezcla de nostalgia y de duda de si habré hecho lo correcto al decidir regresarme a México, hace ya varios años.
No puedo quejarme, mi vida es bastante buena diría yo... pero el entorno aquí es tan diferente, tan rico en muchos aspectos... Sin embargo, es imposible dejar de notar la tranquilidad con que se vive aquí, lo fácil que es relajarse caminando, lo civilizado de la gente al conducir... son muchas pequeñas cosas. Simplemente ahora. Estoy sentado en una banca en la calle a media cuadra de la estación del Caltrain tomando la señal de red de un restaurant... es difícil imaginar una escena equivalente en México...
Cambiando de tema, Nvision 2008 ha resultado muy bien hasta ahora. Es un evento de primera y me ha hecho reflexionar mucho sobre el futuro de la computación... creo que debemos ir por el cómputo visual. Es retador, bonito, appealing dirían en inglés.Bueno. Caminaré un poco más en lo que llega la hora. Ya reportaré cómo me fue en la cena.
1 comentario:
el hubiera... lo bueno es que tienes esos recuerdos, esos nadie te los quita :)
imaginate los que vas a construir en GDL ;)
Publicar un comentario